¡tiene que estudiar!
¡tiene que hacerse un futuro!
¡debe ser alguien importante para todos!
¡debe tener una profesión que le de buena plata!
Nadie piensa que es imposible trazar en ese instante el destino a cada quien, en todo momento tenemos derecho a vivir la vida como nosotros nos la forjemos, solamente nuestro corazón nos guían con cada paso y madurez a donde debemos llegar.
Siempre están algunas manos para ayudarnos a escalar muros, algunos compañeros nos enseñan a perseverar, algunos amigos caminan junto a nosotros; también, las más importantes, personas que nos aman y están pendientes de lo que hacemos apoyandonos espiritualmente.
Pero no olvidemos a quienes nos hacen sonreír, a quienes nos dieron esa luz de entendimiento, a quienes nos enseñaron a compartir con diversas calidades de personalidades, a quienes nos robaron el sueño y algún que otro suspiro.
Por eso, hablar de metas propuestas, es un tema muy complejo, un tema que depende de cada persona, un punto en cada hoja, cada libro que estudiamos, cada cancion y todo lo que influye a buscar cierta satisfacción.
Claro, no debemos dejar de lado todas nuestras aspiraciones que nos agradan (música, viajes, vacaciones, descanso, compañía, en fin); pero cuando el mundo te da un cambio repentino, aprovechémoslo ya que es una nueva oportunidad de cambiar los objetivos, de aprender, de convivir… Es admirable en una persona tener la fuerza de ver el mundo con ojos optimistas.
Como dicen los grandes sabios (mi abuelo y mi padre) “En vida”
Un abraso y una despedida temporal, Ale.
