Su Sombra

Desde el momento en que nacemos, algunos tenemos la bendición de que él esté ahí, que su sombra esté para protegernos, su mirada para buscarnos, sus manos para sostenernos y guiarnos, su calor para acompañarnos, sus ejemplos para seguirlos, sus palabras para gravarlas en nuestra alma, su regazo para descansar, su música para instruirnos, sus regaños para mejorar, su mal humor para tratar de consolarlo, sus palabras que poco a poco van volviéndose antiguas pero sabias, su vida dedicada a cada minuto de la nuestra, sus noches de sueño interrumpido por nuestro llanto, su sacrificio social por atendernos, sus amigos que poco a poco se reducen a nosotros, sus risas para guardarlas y reproducirlas siempre, su amable gesto de acompañarnos…


Por eso, poco a poco nos volvemos mas él y menos nosotros, por eso su sombra seremos, gracias por tantos y tantos momentos, gracias por apoyarnos y darnos gran parte de nuestra vida…

Hoy escribo a los que tenemos la dicha de poder decir: Gracias Papá!